Mineral de Pozos en Guanajuato

Cuando alguien te dice “No quiero tener hijos”, ¿cuál es tu primera reacción? Parece que creemos que el deseo de no tener hijos es de alguna manera narcisista, antinatural y avaro, al tiempo que cargamos con esta convicción profundamente arraigada de que la vida se trata de conseguir un trabajo, casarse, tener hijos, trabajar hasta los 65 años y jubilarse. La realidad es que la mayoría de la gente está atrapada en la mentalidad de la década de 1950 sobre cómo debe ser la vida, en un mundo superpoblado que ha aumentado continuamente desde el fin de la peste negra en 1350. El rápido aumento de la población humana durante los últimos tres siglos ha expresado su preocupación por la posibilidad de que el planeta no pueda sostener el número actual o futuro de habitantes. Los problemas ambientales como el aumento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico, el calentamiento global y la contaminación se ven agravados por la expansión de la población, junto con el aumento de la demanda y el consumo de recursos naturales más rápido que la tasa de regeneración que ha llevado al planeta a una nueva época conocida como Antropoceno. Ya es hora de que exploremos el otro lado de la ecuación, ¿no crees?